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Un festival que aun tiene mucho para decir


En su edición 2024 el Cosquín Rock reafirmó que es un festival que no solo está más vigente que nunca sino que es un hito anual que nunca nos puede faltar.



Desde los comienzos de su primera edición allá por febrero de 2001, el festival Cosquín Rock dejó en claro que Iba a ser no solo una usina musical sino también una amplificadora de gran alcance donde canalizar el humor social de época y está edición 2024 lo reafirmó una vez más. Con una concurrencia de casi 100.000 personas repartidas entre los dos días que duró el festival, se pudo ver en el escenario a las bandas más grandes del país mezcladas con las ya consagradas y las de incipiente insurrección en la escena del rock argentino que parece ampliarse cada vez más a sus márgenes pop (algo que siempre sucedió) pero también a géneros surgidos en este nuevo milenio como lo es el trap.

Entonces por los 6 escenarios dispuestos a lo largo del inmenso predio ubicado en Santa María de Punilla, más precisamente en el ya histórico Aeródromo de esa ciudad donde las imponentes sierras cordobesas hacen del Cosquín Rock un festival único en el mundo no solo por la música sino por el hermoso paisaje que envuelve el lugar, aristas de distintos géneros y alcance pudieron hacer shows que iban de treinta minutos hasta una hora y media de duración. De los consagrados e históricos sin dudas los shows de Divididos el primer día y Ciro y los persas en el segundo día respectivamente pusieron su sello distintivo por el cual ostentan el título de grandes del rock argentino. Ciro como siempre brindando un show verdaderamente festivalero y coronando con el Himno Nacional Argentino desde su armonica y Ricardo Mollo resaltando que hay que ponernos creativos en estas epocas oscuras tal cual lo hicieron otros allá por el 66 donde nació su amapola dejaron lo suyo desde el escenario. Slash ft. Miles Kennedy and the conspirators era la cereza del postre a la cual querían llegar los miles de fanaticos que concurrieron el segundo día. Tal cual había hecho en la ciudad de Buenos Aires unos días antes el guitarrista de los Guns N Roses no defraudó y dejó satisfecho a quienes fueron a ver la cuota internacional de está edición del festival.

La jugada de incluir otros géneros un poco más lejanos del rock como ser la cumbia dejó en claro que hay un público dentro del Cosquín Rock avido de ver algo distinto, respetando a los artistas más allá de los géneros, se demostró con la presencia de La Delio Valdez algo más del under de la cumbia hasta los maistream del género tropical que ya hicimos propio en el país con el fenómeno de Ke Personajes en el escenario Paraguay y sobre todo de Pablito Lescano y Damas Gratis cerrando el escenario Norte uno de los más importantes de todo el festival.

Cómo decíamos el trap tuvo gran presencia en la grilla y sin dudas dos de los grandes exponentes del género Duki y Dillom fueron los platos fuertes de ambos días. Dillom se despachó con un gran setlist que incluyó una impresionante versión de Se Cobranza aquella canción que fue la banda sonora de los primeros Cosquín Rock cuando Bersuit Vergarabat estaba en la cresta de la ola y la crisis política económica era una olla a presión a punto de estallar. La versión de Dillom incluyó al flamante ministro de economía y le valió al joven trapero no solo las primeras planas de los matutinos sino que alguna que otra denuncia policial de trasnochados que no saben distinguir entre una una canción y una amenaza.

Otra que se ganó el odio del establishment financiero fue Lali quien se hizo lugar en la amplia grilla del Cosquín Rock a fuerza de canciones con un sello pop con algunos dedos que dan una mirada feminista, política y contestaría que pueden generar encono en los conservadores que otra vez muestran su intolerancia frente al arte. Tal como ella lo dijo tocar en el Cosquin era su sueño y desde el escenario no perdió tiempo e hizo explotar todo por el aire con la potencia de sus canciones y con su lengua karateca para defender con uñas y dientes por sobre toda las cosas la cultura de un pais que se ve atacada desde las grandes esferas del poder gubernamental. En lo musicamente estrcto todo el pop que tienen las canciones de Lali no podrían haber sucedido jamás sin que antes existiese Miranda! por eso fue totalmente acertado ponerlos uno tras otro en el escenario Montaña que desbordó de brillantina pero sobre todo de brillo pop brindando un espectáculo único y confortable en medio del valle de Punilla.

Por último pero no por eso menos importante mencionaremos a dos novatisimos artistas que se encargaron de abrir el Escenario Sur y el Escenario Norte del primer día. Al estar a la misma ahora y muy temprano muy pocos pudieron ver el show que dio Blair, una artista que puede estar más emparentada con el pop pero que sin embargo se impuso al calor agobiante con una gran dosis de porp/rock de canciones simples y edfectivas que contienen un sonido ochentoso que definen a una artista que promete mucho de cara a los proximos pasos que puede dar ene la escena. Por otro lado en el Escenari Sur los Winona Riders, una banda de rock psicodélico no se achico ante semejante evento que les tocó abrir y al igual que lo hacen en lugares mas pequeños y menos convocante demostraron porque sun una de las bandas claves de una nueva era que se está abriendo paso en el circuito musical argentino. En épocas en qué también los festivales también se transmiten por streaming recomiendo que vayan a ver ambos shows porque lo que transmiten va más allá de las imágenes y el sonido, lo que transmiten es que hay un futuro promisorio de música argentina y de cultura nacional que no lo van a poder parar ni mil DNU presidenciales. Como decimos siempre el Cosquín Rock es realmente inabarcable en su inmensidad pero lo bueno es que tambien siempre da revancha año tras año.









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