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Skay despidió el año en Villa Crespo





Desde temprano las bandas de los distintos barrios porteños y conurbanos se congregaron en Villa Crespo para escuchar al corazón de Patricio Rey que brindó a sus crías un show impecable en el Movistar Arena. En el setlist que armó Skay Beilison para tocar con sus Fakires no faltaron canciones ricoteras que claro está desataron el pogo más grande del mundo, pero también dedicó grandes pasajes sonoros para presentar sus nuevas canciones con estrenos incluidos.

Desde que se abrieron las puertas del moderno estadio el público ricotero lo vivió, no solo como una previa a lo que iba a venir en apenas algunos minutos, sino que también se vivió la previa de lo que será la final del mundial del próximo domingo, así se cantó por la scaloneta con canciones que hablan sobre la ilusión que generan sus muchachos y se alabó al Mesías con la certeza que de su mano toda la vuelta vamos a dar.

Con una primera parte que incluyó canciones insignias de ¿Dónde Vas?; donde se colaron ¡Corré, Corré, Corré! y El Candor de las Bestias ambas de muy reciente cosecha junto a El ojo testigo y que coronó con Ángeles Caídos, un verdadero hit de estadios que tiene poco que envidiarle en las misas Fakires a Ji Ji Ji con la que desato el pogo más grande del mundo para cerrar una primera parte impecable.

Luego de un descanso de diez minutos para el flaco, pero no para el público que siguió cantando eso que los mismos jugadores cantaron en la cancha luego de pasar a la final por la copa del mundo “El domingo cueste lo que cueste”; Skay volvió con un puñado de canciones de Talismán que ofrendó al público y por supuesto que este ya lo tomó como uno más de los talismanes de los que se servirán para hacer fuerza el domingo. Mientras desplegó temazos a diestra y siniestra (El pibe de los astilleros/Nuestro amo juega al esclavo; Todo un palo; Lejos de casa; Oda a la sin nombre) hubo tiempo para un estreno intergaláctico como él mismo lo definió cuando sonó su canción compuesta más recientemente, la poderosísima Yo soy la Máquina que por el sonido de sus afiladas guitarras nadie lo contradeciría, de ninguna manera.

Para el final de este 2022 inolvidable Criminal Mambo y El Golem de la Paternal fueron el verdadero postre comido antes de la cena que resultó ser el fin de concierto con Flores secas y Ya lo sabés; final que sucedió solo porque no quedaba más tiempo, porque parecía que el flaco con sus 70 años en esta vida podría seguir por varias horas más dándonos su sonido único e inigualable que emanan de esos dedos chamánicos retransmitidos por esas cuerdas plateadas y más afiladísimas que nunca.

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