El séptimo y último álbum de estudio de Soda Stereo se editó el 21 de junio de 1995. Una despedida a la altura de su historia y mirando siempre al futuro.
El sueño de materializar un nuevo disco de Soda se empezó a gestar cuando los tres integrantes de Soda Stereo, Charly Alberti, Zeta Bossio y Gustavo Cerati se reunieron en enero del 95, luego de estar distanciados por casi dos años, desde la truncada gira para la presentación de Dynamo la cual fue suspendida de improviso. Desde ese momento cada uno se tomó una pausa no solo de Soda y el mundo a su alrededor sino también de ellos mismos. Esto resultó en sus proyectos paralelos, Gustavo sacó Amor Amarillo, disco que compuso y grabó en su “exilio” en Santiago de Chile. Por su parte Zeta se dedicó a producir a bandas como Aguirre y Peligrosos Gorriones, y Charly grabó junto a Deborah de Corral el álbum debut del proyecto Plum.
Ya en 1993, sale Zona de Promesas, un disco de remixes de algunas canciones que salieron entre el 84 y el 93, y que incluía solamente un tema inédito, Zona de promesas canción que le dio nombre al álbum. El disco fue una excusa que les permitió terminar el contrato con la CBS-Sony y poder escuchar ofertas para el futuro. Finalmente, a mediados de ese año 93, la pulseada entre las compañías discográficas la ganó BMG, que les entregó como adelanto 1 millón de dólares a cuenta de las regalías de los próximos tres discos a entregar durante los próximos tres años, conservando total libertad en lo que respecta a las decisiones artísticas.
Luego de los primeros ensayos de aquel año 95, los Soda se reencontraron con la satisfacción de volver a tocar juntos. Ya habían hablado todo lo que tenían que hablar y sobre todo habían hablado sobre lo que no pensaban hacer de ningún modo.
“No son muchos los casos de grupos que están en la mira popular y se pueden dar
ese lujo de salirse del centro, pero uno tiene que hacer ese esfuerzo. Sino sería repetir situaciones como el viaje a Chile en el 87, que fue terrible: ¡era como si hubieran llegado los Beatles! Al principio lo vivimos casi adolescentemente y nos divertimos muchísimo, pero volver después nos queríamos volver y nos daba miedo".
Esto parece ser el mejor motor que tuvieron los Soda para volver al ruedo, porque era un lugar donde ya no tenían nada que demostrar nada y simplemente se iban a dejar llevar por sus propios deseos, por eso Sueño Stereo es un disco tan ecléctico sonoramente y también alejados de la fórmula de la canción. Hay muy pocos estribillos y las canciones tienen una estructura que se va de la norma y los acerca a lo alternativo.
Un dato importante es el lugar que eligieron para grabarlo. Se fueron a Londres, al lugar, sin lugar a dudas donde ocurrieron las grandes revoluciones en la música. Grabaron en un estudio llamado Matrix, donde también habían grabado por esos mismos años nada más y nada menos que Bjork y Massive Attack. No por nada los sonidos de estos tres se encuentran tan cerca en la paleta sonora de la epoca. Era un momento de la música se permitía estos sonidos que venían de la electrónica, el house, de la ambient, del trip hop y que se inmiscuían sin prejuicios en el pop y en el rock.
En un principio el disco se pensó como un álbum doble. La primera parte una a estar conformada por la palabra Sueño y la segunda parte sería el Stereo. Pero a último momento se decidieron dejar afuera gran parte del material que luego recaería en el “Un Plugged” que grabaron para MTV el año siguiente.
El disco fue grabado por Clive Goddard en Matrix y Eduardo Bergallo en Supersónico acá en Buenos Aires.
El sonido de las canciones se fue definiendo, sobre todo por la apertura de Gustavo a los nuevos sonidos de la década, como decíamos antes a partir de la electrónica, pero también las canciones de la primera parte tienen esa impronta Ceratiana del hit Maker de raza qye está experimentando nuevos paisajes, porque hay que decirlo, lo novedoso no sacaba lo efectivo. Así, Ella usó mi cabeza como un revolver se convirtió en el gran hit de ese año y por supuesto de Sueño Stereo fue uno de los más vendidos de 1995. La triada que se completa con Disco Eterno y Zoom era infalible dentro de lo que denominaron el programa 1, Paseando por roma, Pasos, Angel electrico no dejan dudas de que es uno de los mejores discos de la banda. Sobre el final el programa 4 , la suite que conforman Planta-Xplayo-Mairé cierran un círculo perfecto con futuro incierto, pero con futuro al fin. La mezcla del sonido de las cuerdas dirigidas maravillosamente por Alejandro Terán mezclado con el sonido de los loops con samplers y sintetizadores le dan una atmósfera que tiene un pie en el pasado, el otro en el futuro, pero concentrados en un presente continuo.
La referencia al cine, al arte audiovisual es frecuente. Un zoom anatómico, un macro porno intenso, Luz, cámara, acción. Fuera de escala, tanto en las letras como en las imágenes del disco y sobre todo en sus videoclips.
Los dos cortes del álbum, Ella usó mi cabeza… y la propia Zoom tuvieron grandes videoclips, en la primera se los veía a los Soda con una lupa en primer plano detrás de los parlantes humanos que entregaban esos sonidos que se cruzaban atemporalmente, como los mismos auriculares espermas de la tapa, que confluyen buscando el sonido perfecto en los grandes parlantes negros forrados como un sillón de diseño. El videoclip de Zoom nos decía más de lo que mostraba. Los Soda se reú
nen con sus fans para pasar un picnic fuera del 4B, en medio del verde y hermoso pasto de los bosques de Palermo escuchando a Soda tocar, pero en el final Gustavo, Zeta y Charly partían a explorar otras galaxias sonoras.
Luego vendrían el UnPlugged “Confrot y Música Para Volar” que tenía poco de unplugged y estaba electrificado, electrónico y que funcionaria como un clímax en la historia de Soda Stereo, para que luego, con el desenlace final del “Último Concierto” del año 1997 nos diera la certeza de un cierre definitivo a una etapa en el Rock Argentino.
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