La sensación de que todo volverá
- Rodrigo Gutierrez
- hace 2 días
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Después de 15 años Cuentos Borgeanos volvió a tocar con su formación original en lo que fue la primera de las dos noches previstas en Niceto Club. La comunión de la banda, tanto entre ellos como con su público sigue intacta.

Como esos cuentos que se leen de un sólo tirón pero que quedan resonando en nuestros corazones durante días, semanas, meses y a veces hasta años, la vuelta de Cuentos Borgeanos seguirá llenándonos sin tiempo ni final, cuentos imborrables, conciertos imborrables. Aunque sabemos que a veces las cosas no llegan a tiempo y aunque los sueños de verlos en directo una vez más, costó mucho, finalmente el sueño de volar y volvernos a encontrarnos se transformó en realidad. Porque era necesario esta reunión, tanto para quienes crecieron escuchando sus canciones desde aquella lejana primera década del siglo, como para ellos mismos.
La emoción de este viernes 11 de julio de 2025 iba y venía desde el escenario al público en un constante remolino que no ahorró lágrimas en ninguno de los distintos recovecos de un Niceto Club repleto que contempló así la comunión entre la banda y su público.
Sobre el escenario los miembros originales de está banda que había tenido varias metamorfosis en el camino, volvieron a reunirse después de 15 años para tocar las canciones que vieron nacer y crecer desde el principio de todo. Comandados por Abril Sosa en voz, Agustín “Búho” Rocino en bajo; Lucas “Gato” Hernández en batería y Diego López Santana en guitarras volvieron a confluir y la verdad es que la magia sigue intacta a pesar de los vaivenes de esta vida. Y no son solo las canciones aunque en gran parte si, el público fue para escuchar aquellas melodías que viajaron a través del tiempo a este 2025 por momentos distópico. Sonaron muchas, más no todas pero fue suficiente para que la felicidad sea plena, abrieron la noche con Cuenta Despacio y desde ese momento hasta el final no dejaron de ser una misma voz, abril y las voces de toda la gente que sienten a esas canciones parte de su vida. Si despierta, Volar, Océano, Resistir fueron algunas de las más celebradas. Los cuatro músicos dejaron ver la maravillosa confabulación sobre el escenario para traslucir el alma de esas canciones brillantes que siguen tan frescas, sinceras y profundas como siempre. La energía que irradiaban los cuatro tocando juntos otra vez fue impresionante y se podía ver las ganas que tenían de volver a reunirse. Se sabe que hay bandas que aunque se reúnen después de muchos años, ya no es lo mismo y muchas veces lo hacen por cierto compromiso comercial pero claramente este no es el caso y tanto ellos como el público bien lo saben.
Finalmente quienes pudieron asistir a la primera de las dos fechas programadas (no serán las únicas, ya que tienen otra cita el próximo 3 de Agosto en el Complejo C Art Media en el festival Música en la Nube) se quedaron satisfechos, con la sensación de que todo volverá y que será sin tiempo ni final.








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