La artista islandesa liberó toda su discografía en cassette, al igual que sucedió con el vinilo, el formato parece preparado para volver.
Ya tuvimos el revival del vinilo que desde hace algunos años volvió a acomodarse en los cajones centrales de las disqueras que aún resisten la oleada streaming de las plataformas digitales. En 2018 el ingreso por la venta de vinilos creció un 6 por ciento y representa el 3,6 por ciento del total de la industria musical. Ahora también el cassette está tomando fuerza y cada vez más artistas editan su música en este formato de cinta, que tuvo su auge en los 80s y ahora pretende re instalarse en el mercado musical.
Esta semana la gran artista isleña Björk editó toda su discografía en casette. Desde su estupendo Debut hasta su más reciente Utopía, álbum de 2017. Con un diseño para cada cassette y un color distinto. Su primer trabajo tendrá color dorado, el último en celeste y en el medio un arcoíris de colores que se asemejan a su paleta sonora, rica en texturas electrónicas: Post (rosa); Homogenic (gris); Vespertine (blanco); Medulla (violeta); Volta (rojo); Biophilia (naranja); Vulnicura (amarillo).
Por ahora en Argentina solo se consigue en disquerías especializadas y rondan los $800.- por unidad (insta: @InsomnioDiscos) y en el propio sitio de la artista a unos € 9.-. Todavía no llegó al público masivo, pero intuimos que pronto tendremos más noticias gratas como esta, para los fanáticos del cassette. Por ejemplo, hace unos días se realizó el Recod Day Store, donde aparecieron joyas como The VERSACE Experience: PRELUDE 2 GOLD, un lanzamiento totalmente inédito de Prince que tendrá destino único en cinta de cassette, nunca había sido lanzado comercialmente y sólo algunos afortunados que asistieron al desfile de Versace en la Semana de la Moda de París de 1995 se habían hecho con uno.