En esta segunda y última entrega de la entrevista a NTVG, se suma el autor de la biografía oficial de la banda, llamada "Memorias del Olvido". El periodista Mateo Crespo, repasa junto a Emiliano Brancciari y Denis Ramos, como fue plasmar 25 años de carrera en un libro.
¿Cómo surgió la iniciativa del libro?
Mateo Crespo - La idea original la dio Agustín Pizano, que es amigo personal mío y tour manager de la banda desde hace mucho tiempo. Él fue el primero que dijo, “vamos a escribir un libro sobre la banda y quiero que lo hagas vos”, eso fue cuatro años atrás, se lo propuso a la banda, ellos aceptaron. También mi relación con la banda en ese momento se estaba gestando como una amistad y eso me dio más confianza, además de que hice una crónica para una revista en el año 2012 y me fui de giras con ellos. Así que ya sabía cómo se vivía eso y cerró por todos lados: se acercaba el aniversario de los 25 años y vino la Editorial Planeta, le hizo una propuesta a la banda, también eso fue muy importante, para que la edición que hoy tienen todos en sus manos sea lo que es una edición de lujo, un libro que realmente es un orgullo y que desde mi punto de vista quedó hermoso.
¿Hubo algún momento en lo que fue el libro en el que pensaban que se estaban exponiendo demasiado o desde un primer momento dijeron: ´asumimos el riesgo y vamos para adelante´?
Emi - Las dos cosas, primero queríamos que fuera un libro honesto, donde mostrara las cosas que nos salen bien y las que no tanto, que nos mostrara en nuestros triunfos y en nuestras miserias. Porque como en todo grupo o en cualquiera de ustedes, hay momentos de lucidez y momentos de muchos errores, de discusiones y de cosas que a veces son difíciles de mostrar, pero me parece que tenía que tener eso; hechos con toda nuestra carrera, tiene que ser algo autentico y honesto y que la gente vea que ahí, está lo bueno y esta lo malo. Por momentos sentís que estas abriendo la puerta más de lo normal o de lo que debería ser, pero bueno, creo que tiene el tratamiento justo por parte de Mateo, nos muestra como somos, la exposición es la justa, no creo que nos hallamos ni quedado mal parados ni tampoco como superhéroes. Esa era la idea.
El libro comienza con el show del año 2017. ¿Por qué eligieron ese punto? ¿Cómo fue que pensaron el orden de los capítulos y cómo fue para ustedes leerse ahí contada su historia por otra persona?
Emi: - Leernos para nosotros fue extraño, pero es súper enriquecedor a la vez. Porque más allá de que lo haya escrito él, los testimonios son nuestros y nos dio muchas perspectivas más sobre los mismos hechos que nosotros creíamos que eran de una manera y capaz que para un compañero eran de otra. O sea, uno va caminando con la verdad que uno se construye y el libro nos permitió darnos cuenta de que había otras realidades alrededor, que muchas veces no nos detenemos a cuestionar o a charlar entre nosotros. Porque te pasa a veces que vos creés que los demás sienten igual que vos y después te pones a leer los testimonios y decís “guau, yo no lo viví así, ni cerca”. Entonces eso es hasta entretenido para nosotros como lectores, más allá de ser parte del libro.
Mateo Crespo: - Lo del capítulo inicial se da porque yo estuve esa noche ahí y me fui de ese concierto, sabiendo que tenía el comienzo del libro ahí. Porque en esa noche se sintetizaban un montón de cosas de la historia de la banda, me servía a mí para hacer un primer punteo, que es ese capítulo introducción y después se desarrollan en el libro con más profundamente. Pero bueno ya estaba ahí al lado de ellos, al lado de la gente que estaba tomando las decisiones y surgió la pregunta sincera, qué es lo que escribo ¿cómo llegaron hasta acá? A tener responsabilidad sobre la seguridad de veinte mil personas, con mucho laburo en juego, con mucha gente en juego, mucha plata en juego, muchísimas cosas y bueno encontré la respuesta ahí nomás de lo que paso esa noche. Nunca se detuvieron, con ese diluvio muchas bandas se hubiesen bajado del escenario y se hubiesen ido tal vez, pero ellos siguieron tocando, los acompaño la fortuna, los acompaño el espíritu del capitán noche, que se hizo presente en medio de la tormenta y salieron adelante una vez más, una de las tantas en 25 años y nada, me fui a mi casa diciendo ´acá tengo el comienzo del libro´.
Después de veinticinco, hacen este revisionismo, cuando empezaron ¿Se podían imaginar llegar a donde están hoy? ¿Qué desafíos le quedan por delante?
Denis - Bueno imaginarnos llegar a cumplir veinticinco años como familia, como banda creo que no. La banda siempre eligió dar pasos cortos pero seguros, eso fue lo que dice la historia de la banda y seguimos pensándolo. De repente nos encontramos con veintitrés años de banda y surge esta idea. Dijimos ´sí, vamos a hacerlo´ porque me parece que veinticinco años de banda es muchísimo para una persona, y para un grupo de música es más todavía. Porque reúne muchos integrantes, muchas historias muchas personalidades diferentes, que hacen que sea más difícil soportarse durante veinticinco años y trabajar de la forma que trabaja esta banda.
Emi - A nosotros nos gusta mirar para atrás pero no mucho. Cada tanto esta bueno ver como en este caso, como cada pasito nos fue trayendo hasta acá. Somos una parte de eso, somos el fruto de cada pequeña meta que nos pusimos y seguimos haciéndolo. Ahora es tratar de dar los mejores shows acústicos que podamos dar y después encontraremos otro desafío, lo importante es eso, encontrar el desafío artístico, antes que nada, en eso se basa la historia. Después lo demás es inmanejable, nosotros tenemos que estar concentrados en eso es en que tenemos, superarnos artísticamente y dar algo nuevo, tratar de cautivar al público desde ese lugar. Es lo que más nos gusta hacer.
Seguramente ha quedado alguna anécdota fuera del libro. ¿Quieren contarla ahora?
Emi - Quedaron muchas afuera.
Mateo Crespo - Hubo una anécdota que pasó no recuerdo ahora en que año. Ellos fueron a tocar a Córdoba por primera vez, invitados por una banda de acá de Buenos Aires, muy conocida, no vamos a decir el nombre. Se fueron desde Montevideo con todo lo que ello implica, en un momento en que no gozaban de las comodidades de una gira como ahora y entonces era bastante osado de realizar en ese momento porque requería de mucho trabajo y básicamente era todo a pulmón. Llegaron allá y hubo complicaciones por un mal manejo de la banda que los invitó, un maltrato, una descortesía y no pudieron tocar. Más allá de dar nombre y del morbo de la anécdota sobre que banda que fue la descortés, a mí me servía para mostrar el riesgo que tomaban estos pibes de subirse a un micro y sin equipo técnico, sin tour manager, solamente con el micro y un par de pesos para la comida. Arriesgarse a irse a tocar a Córdoba, no tocar, volverse y no desmoralizarse, y seguir adelante una vez más. Era bastante representativa esa anécdota.
¿Hay algún capítulo dedicado a Eduardo Galeano?
Emi - No, sí bien aparece, porque nosotros lo admiramos mucho y fue parte de un proyecto muy lindo que llevamos adelante y tuvimos la suerte de hacer algo con él, siendo tan admiradores de su obra. Pero bueno, se lo nombra porque es también parte de nuestra historia.
Ustedes son una banda comprometida, en sus letras y con Latinoamérica, sobre todo. ¿Cómo están viendo el avance de la derecha neoliberal en el continente?
Emi - Bueno yo particularmente veo con absoluta preocupación lo que está pasando. Creo que las letras del último disco eso se refleja, lo que más me preocupa es que sea por elección de las clases trabajadoras. Eso es lo que más me impacta y me parece como fantasioso. Pero bueno espero que se revierta y que se recapacite porque realmente puede traer muchísimo sufrimiento.
Este tipo de proyectos revisando su carrera, ¿les sirve también como catarsis?
Emi - Yo creo que sí, que sirve como catarsis, así como sirve gritar las canciones dos por tres, también sirve sacarse para afuera un montón de información y de vivencias a veces muy dolorosas, que no estamos acostumbrados a conversar, muchas veces porque no se da, o porque no tenemos ganas simplemente y creo que él fue por momentos o al menos es lo que pienso yo como un psicólogo para nosotros.
¿Vos te sentiste medio como un psicólogo al entrevistarlos para el libro?
Mateo Crespo - Por suerte nunca me sentí como psicólogo, me sentí un instrumento más del libro para hilvanar los testimonios de ellos y ordenar la narración, para desarrollar la data dura, la cronología semi-obsesiva que tiene el libro. Si en algunos momentos tuve que ponerlos a confrontar entre ellos, a chequear la info, a pelearse entre ellos, porque por ahí no coincidía en el tiempo ya que había distintas versiones y yo les decía ´Mirá, acá hay alguien que está diciendo otra cosa` y ahí decidíamos si iban las dos versiones. Eso para mí enriquece un montón el libro. La verdad es que siempre me ubiqué en el lugar de amigo de la banda, si se quiere, antes que periodista. Tenía muy claro que era un libro de ellos y no un libro mío, así que los que tenían que estar conformes en primera instancia eran ellos.
En este revisionismo que hicieron a partir del libro, ¿Hay algo de lo que se arrepienten? ¿Hay algo que cambiarían del camino recorrido?
Emi - En el libro está toda la verdad, o la verdad para cada uno, o lo que uno recuerda. Me parece que está bien, el libro es súper honesto, capaz que cada uno puede analizar lo que contó de su intimidad, me parece que, por ahí podría decir ´bueno capaz que conté demasiado´, ´esto me lo pude haber guardado´, pero también tuvimos el tiempo de ir para atrás y no lo hicimos. Asi que me parece que si está ahí es porque de alguna manera quisimos contarlo. No somos de mirar todo el tiempo hacia atrás, pero este libro nos ayudó mucho a unir los cables, algunos estaban cortados porque bueno, son muchos años también. Hay cosas que no recordábamos, que un compañero te hizo acordar y la verdad que fue un momento de celebración el volver a leer, el volver a vivir algunas cosas, más allá de que algunas son muy dolorosas. Es todo un camino del cual estamos orgullosos, esas cuestiones dolorosas nos hicieron más fuertes a la vez. Yo creo que lo único que cambiaría, sería agarrar a Marcel de los pelos, tirarlo arriba del ómnibus y no dejarlo subirse a la moto.