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Deseos de año nuevo


En una edición especial, el domingo 30 de diciembre, la Fiesta Clandestina despidió el 2018 con un gran show de Los Gardelitos que coparon al igual que la noche anterior, el escenario de Groove en Palermo.

Ph. Srita. Blonda

Desde que surgieron a mediados de la década pasada, las fiestas clandestinas se convirtieron en un clásico, forjándose como un gran lugar de comunión entre el público y los artistas, a estos últimos le permitieron tener un lugar en condiciones para tocar luego de la persecución post tragedia de cromañón, y al público le permitió poder ir a pasar un buen rato escuchando rocanrol cuando estos lugares que escaseaban. Este 2018 que se va, encontró a la Fiesta Clandestina en pleno funcionamiento, semanalmente congregó músicos de todo calibre y un público fiel que bancó cada una de las fechas organizadas por Rock & Reggae, una productora que siempre arriesga y siempre se solidariza con las causas justas, poniendo a disposición todos sus medios para eventos solidarios. Por eso mismo, se merecía despedir el año de esta manera, con dos fechas consecutivas con una de las bandas más comprometidas y convocantes desde los barrios: Los Gardelitos, quienes también tienen una historia de solidaridad y conciencia social. Los seguidores se hicieron presentes en ambas fechas programadas, sábado por la madrugada y domingo por la noche para celebrar el fin de un año muy difícil para todos y augurar buenas vibras para el que viene. Así lo señaló desde el escenario el propio Eli Suárez, mentor junto a su padre Korneta de esta gran banda que surgió desde el barrio y para el barrio. Esta fecha siempre es especial y al tener tantas conexiones con Callejeros no resultó extraño que brinden por los que ya no están, recordando a los pibes de Cromañón, destacando la inocencia de Pato Fontanet y la banda toda, "que no hizo otra cosa más que subirse al escenario como nosotros lo estamos haciendo en este momento"; pero también brindó por los que vienen y por lo que viene "para que se cumplan los deseos del pueblo y que se vaya este gato que tenemos como gobernante". Con una mención especial al movimiento feminista, Eli, agradeció a su público por sobre todas las cosas por su compromiso social. El show tuvo una duración total de dos horas en la que no pararon de tocar, más que para dirigir algunas palabras a los seguidores, quienes cantaron junto a los gardeles toda la noche, de principio a fin. Pasaron canciones emblemáticas cómo “Los Querandíes”; “No puedo parar mi moto”; “Amando a mi guitarra”; algunas de los últimos tiempos como la que dio inicio al show y que viene desde hace algún tiempo siendo la que rompe el hielo, hablando de un tema tan presente en estos tiempos "Sortilegio de Amor" y cerrando con un gran combo “Nadie cree en mi canción”, “Anabel” y “Mezclas raras”. Esperemos que el 2019 nos encuentre brindando con buen rocanrol en más fiestas clandestinas y volviendo a ser felices como antes. Salud.

* Ph. Srita. Blonda

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