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Resistir desde este lugar


Presentado como una muy pronta despedida de año, el sábado 12 de mayo, Las Pelotas brindaron uno de los grandes recitales del 2018 en el Estadio Cubierto Malvinas Argentinas del barrio de La Paternal.

Ph. Fotografìa de Toilette // Gentileza Las Pelotas

La larga caminata para acceder al Malvinas Argentinas da muestras de un país devastado, casas inventadas con troncos, telas y lonas de publicidades de celulares donde viven decenas de personas a la vera del camino, toman por sorpresa a un padre y a su hijo que caminan extrañados y resignados dando cuenta del panorama. No muy lejos de ahí una pareja discute encendidamente cuando van arribando a la pasarela para cruzar al otro lado de las vías del Urquiza, llegan a la conclusión de disfrutar el recital a pesar de todo mientras las grandes banderas que cuelgan tienen la estrella estampadas de Las Pelotas en rojo, blanco y azul, colores resignificados allá a mediados de los noventa. Las reminiscencias a esa década infame se acrecientan cuando un grupo de jóvenes es detenido en medio del trayecto al ingreso del estadio, por policías de civil que revuelven sin demasiado cuidado todas sus mochilas buscando algo que nunca van encontrar, ante la mirada entre impaciente y furiosa de los demorados. Unos metros más adelante en el patio cervecero el grito de resistencia, ya pasado de hit del verano, MMLPQTP suena en loop mientras se suman los recién llegados. Basta. Las Pelotas, la banda que convocó a este multitudinario recital, son viejos resistentes al poder de turno y sus canciones son estandartes para varias generaciones; precisamente este año cumplirán 30 años en los escenarios con un discurso coherente que va desde “Corderos en la Noche” hasta su más reciente “Brindando por nada” discos son una muestra clara, del lugar que ocupa el rock en la sociedad. "Buenas noches animales", Germán Daffunchio ,líder histórico de la banda saluda desde el escenario; el comienzo del show se retrasó cuarenta y cinco minutos y permitió que en la primera triada “Basta”, “Veinte Minutos” y “Desaparecido” el lugar estuviera repleto de un público con muchas ganas de estallar y desahogarse. Con “¿Qué podés dar?” y “Tormentas en Jupiter” con la potentísima línea de bajo de Gabi Martinez, logran, luego de un comienzo sonoro hecho bola, una ecualización perfecta para el hermoso Estadio Cubierto de la Asociación Atlética Argentinos Juniors, que se mantendrá durante todo el recital. La primera ovación de la noche va para el cielo, cuando Daffunchio dedica sentidamente “Ya no estas” para el Bocha, bellísima canción de aquel último disco que grabaran con el gran Alejandro “Bocha” Sokol, que siempre está muy presente en los recitales de la banda.

Los últimos dos discos de Las Pelotas “Cerca de las nubes” y “Brindando por nada” tienen una particular atmósfera dada por los ritmos de las canciones, comandadas en muchos casos por el teclado de Sebastián Schachtel y letras más introspectivas que los unen tácitamente. En sus recitales tienen un lugar ganado varias canciones de ese tenor “Cuantas cosas”; “Siempre estará”; “Victimas del cielo” y la impresionante “Era”, en la cual se da una exquisita performance por parte de toda la banda, demostrando el nivel superlativo que les da los años juntos; entre estos temas, el gen de este estilo tan propio, encuentra sus links en clásicos como “Personalmente”; “El ñandú”; “Pasajeros” y “Mañana es igual”.

El cambio de redoblante para la batería de Gustavo Jove, indica el próximo paso del show, hacer sus particulares reggae, por eso suenan “Que estés sonriendo”; “Transparente” con el imponente sonido de la guitarra limpísima de Tomas Sussman para su clásico solo y “Si supieras” con la conexión entre las gargantas peloteras y la trompeta riffera del Pollo Gómez “…Las pelotas, vamos Las Peloo…”. Ahora desde el escenario dan paso a dos de las más lindas baladas del rock argentino “Cuando podrás amar” y “Será” que desatan el desaforado coro de todos los presentes mientras se funden en un abrazo.

Para cortar con la dulzura de las melodías precedentes, Germán escupe desde el escenario “Siempre pensamos en toda la manga de hijos de putas que tenemos en Argentina y que pasará cuando se vayan al infierno. Este tema está dedicado para Luciano Benjamín Menéndez, para vos hijo de puta.”, para introducirnos a otras de las joyas de la noche “Rey de los Divinos” canción de “Esperando el Milagro” que vislumbra algunos chispazos del infierno tan merecido para los represores. El nexo intrínseco entre lo que vendrá y lo que fue es otra canción que refleja el lado más oscuro de la banda, “Rompiendo la Puerta” del disco “¿Para Qué?”

Un asiduo invitado para poner voces a las canciones que inmortalizó el Bocha Sokol en el estudio, es Gabriel Dahbar, quien en esta ocasión agita “Hola que tal”; “Nunca me des la espalda” y “Día feliz”; el final llega con el muy necesario “Esperando el milagro” y “Brindando por Nada”. Para los bises se reservaron la dupla casi indivisible del personaje que fue tan al fondo que se convirtió en Pato según el propio Daffunchio “Hasta el fondo del Río”/“Escondido bajo el brazo” y una recta final a puro hit “Bombachitas rosas”; “Brilla (Shine)”, coronando las dos horas de show que invita a no resignarse y resistir desde otro lugar, con el himno antimperialista “Capitán América” para espetarle un fuck you grande como toda la Patagonia, en la cara a Donald Trump.

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