El viernes pasado se hizo el último Festival Buena Vibra del año en la Ciudad Cultural Konex, la gran concurrencia pronostica un 2018 con más música indie.
Una estupenda noche, repleta de buena onda se vivió el último viernes en la cuarta edición del Festival Buena Vibra, que se desarrolló durante todo el año en la Ciudad Cultural Konex, un terreno ideal para este tipo de eventos. Fue muy bien recibido por el público que colmo el lugar desde las 10 de la noche para disfrutar de buenos tragos, relajarse con las distintas actividades que presentaron desde la organización, los clásicos del arcade como el Street Fighter II': Champion Edition y el Daytona USA picaron en punta; pero también campeonatos de ping-pong, metegol y fútbol tenis; se pudo recorrer la muestra de fotografía y obras de arte con algunos artistas creando en vivo, excelente propuesta para hacer la previa al plato fuerte de la noche: la música.
El festival se caracteriza por una grilla cuidadosamente curada por especialistas en el indie local, juntando en cada edición al menos cuatro bandas de la escena; durante el año pasaron por el Buena Vibra: Louta, Usted señálemelo, Juan Ingaramo y Perras on the beach entre otros. En este volumen 4 la premisa fue el hip hop que bañó la noche de rimas, freestyle y fusión.
En primer término se presentaron los chicos de Banzai FC que se ocuparon de precalentar el escenario junto a espectadores con un promedio de edad muy bajo atentos a escuchar música nueva; los Banzai no decepcionaron y dejaron en claro su propuesta musical de la mano del guitarrista y cantante Diego Szalko (también en las filas de los Militantes) y del tecladista Francisco Azorai que desde el escenario mostraban su fusión con canciones muy bien arregladas y paisajes jazzísticos de gran virtuosidad, que pueden convivir con aires folclóricos o incluso tangueros; muy atendible propuesta la de esta banda jovencísima. Luego le llegó el turno a Fianru que junto al DJ Destroy pudo darle rimas encendidas a un hip hop de pura cepa con los chicos que desde abajo del escenario se dedicaron a pasarla bien cantando junto al MC que dejó el escenario bien caliente para lo que vendría minutos más tarde.
Militantes del climax en un set de 50 minutos muy bien aprovechados demostró una vez más su poderío en directo y su empatía con la gente, entregados al pogo en las canciones más rockeras de estos músicos que fusionan funk fuerte y hip hop de verba llevadera y nos inserta en ideas cannábicas, pero no obnubiladas, con fuerte ascendencia en la realidad social. Uno de los fuertes de los militantes son los arreglos de vientos que fueron ejecutados a la perfección y llenaron la Sala de las Columnas del Konex de un timbre metalizado exquisito y con gran groove. Lo´Pibitos fueron el cierre de la noche, demostrando un gran nivel de comunión con el público y afianzándose cada vez más en lo musical con su propuesta. Claramente fue la banda más ovacionada de la noche demostrando que pueden llevar a donde tocan un séquito de fans propios, que devotamente cantan todas sus canciones. A esta altura Lo´ Pibitos son cosa seria y parecen no tener techo, por lo pronto seguirán girando por festivales de toda índole, desde los más indie hasta los de gran masividad acercándose cada vez más a los primeros nombres de las grillas.
Los organizadores del Festival Buena Vibra pudieron cerrar un año excelente con esta cuarta edición, ya que estuvieron a la altura de lo que se proponen, llegar a un público que necesita de estos espacios donde toquen las bandas del under que les gusta, además de descubrir nueva música. El 2017 tuvo grandes momentos del indie argentino podría decirse que fue el año del indie pero hay que ver que depara el próximo, que se repita el Buena Vibra parece ser el camino más obvio, que así sea.